Tartesios y fenicios eligieron la confluencia de los
ríos Tinto y Odiel para crear esta ciudad. Después, de aquí partieron las tres
carabelas en las que Colón y los suyos hicieron el primer viaje a América. Hay
que ver esa Huelva, pero también la Huelva inglesa, la que se forjó con el
cobre de las minas de Riotinto. Hay mucho que ver en esta ciudad, además de un
mundo de ricas tapas y 30 kilómetros de playas: las de Mazagón y Punta Umbría.
Muelle del Tinto
Aquí es donde los onubenses van a caminar o a correr
de buena mañana. El muelle no está en el río Tinto, sino en el Odiel, pero le
dicen así porque aquí descargaban los trenes de la Rio Tinto Company Limited
procedentes de las minas de cobre del norte de la provincia.
Muelle de las Carabelas
Es un parque temático donde se exhiben tres fieles
réplicas de las famosas naos. Y en la colina que hay detrás del muelle, el
monasterio de La Rábida, cuyos frailes acogieron a Colón y convencieron a la
reina Isabel de que no estaba loco. Lo más bello del conjunto es el claustro
mudéjar.
Monumento a la Fe Descubridora
Donde se juntan el Tinto y el Odiel se levanta desde
1929 este monumento; un coloso de 37 metros de altura, obra de la
estadounidense Gertrude Vanderbilt Whitney.
Playas de Punta Umbría
En Huelva, cuando la gente habla de ir a la playa, se
refiere a éstas, que son las que caen más cerca, al otro lado del Odiel. A
Punta Umbría se puede ir en la canoa –que parte del muelle de Levante y
atraviesa las marismas por el canal del Burrillo– o en bicicleta.
Iglesia de San Pedro
En la plaza de San Pedro se yergue la iglesia del
mismo nombre. Es la más antigua (siglo XV) y bella de la ciudad. De estilo
gótico-mudéjar, después se le sumaron detalles barrocos. La iglesia de la
Concepción, que da nombre a la calle donde está, fue construida en estilo
gótico-mudéjar en 1515 y reconstruida posteriormente al gusto barroco.
Plaza de las Monjas
Es el corazón de Huelva. En la calle Concepción se
amontonan las tiendas. Y en Vázquez López, los buenos bares de tapas. Otra zona
idónea para comer es la plaza de la catedral.
Barrio Obrero de la Victoria
De inequívoco estilo inglés, fue construido para los
trabajadores de la Rio Tinto Company en varias fases, la primera en 1916. Se
quiso mezclar la arquitectura tradicional inglesa con la herencia andaluza.
Santuario Nuestra Señora de la Cinta
A este santuario se sube para contemplar el atardecer.
Esta construcción blanquísima, que a pleno sol hace daño a la retina, es
gótico-mudéjar, del siglo XV.
Catedral de la Merced
En la Plaza de la Merced se levanta la catedral, que
fue construida entre 1605 y 1612 como iglesia del convento de la Merced, y
reconstruida en estilo barroco en 1783. El edificio contiguo es el antiguo
convento de la Merced.
Arquitectura Suntuosa
Huelva vivió un periodo de gran prosperidad desde que
en 1873 se concediera a los ingleses la explotación de las minas de Riotinto.
Por eso abundan los suntuosos edificios modernistas y neorrenacentistas. En el
número 13 de la calle Vázquez López está el Gran Teatro. Inaugurado en 1923, su
fachada de estilo ecléctico es la más elegante de la ciudad. Enfrente, se halla
la Casa de las Conchas, de inspiración renacentista.
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