miércoles, 25 de marzo de 2015

6 playas para Semana Santa

Nadie puede resistirse a los encantos del Sur. Calor y color en aumento destilan los arenales andaluces durante esta primavera embrionaria. La Semana Santa es un momento ideal para volver a visitar las calas tras el parón del invierno. Aquí van seis playas que no hay que perderse en Andalucía.
 

1) El Sombrerico, Mojacar, Almería.

Es este el final del culo de saco naturista que arranca en el castillo de Macenas. Sus 600 metros de gravilla y arena lucen maravillosamente en la película La isla del tesoro (1972), con Orson Welles encarnando a Silver el Largo. El chiringuito Manacá es heredero de la empalizada levantada durante el rodaje. Más allá, y siempre que no actúe el viento de levante, se alcanzan a pie restos volcánicos. La serenidad del lugar, el farallón que adopta la forma de un pulgar de gigante, el islote-sombrero y el colorido de las rocas (amalgama de granates, ocres y morados) agudizan la sensibilidad del bañista nudista.
 

2) Las Redes, El Puerto de Santa María. Cádiz.

El de Santa Catalina es un playón de 4 kilómetros cuyos sectores se reconocen por el nombre de las urbanizaciones. Las Redes, cercana a las dunas del pinar de Mochicle, exhibe una vastísima cinta de arena, mayormente en bajamar, idónea para descansar la mirada en la ciudad de Cádiz y, por estas fechas, en un disco solar que cae por el mar quitando el sentío.
 

 

 

3) Matalascañas, Almonte, Huelva.

El parque Dunar es el reverso de la moneda al proceso urbanizador. Dejamos el coche en la oficina de turismo y nos encaminamos por la estupenda pasarela diagonal entre pinos y dunas, hasta que el acantilado de dunas fósiles impida continuar. Desde allí se distingue una extraña mole pétrea, que no es sino la base de la torre almenara de la Higuera, abatida por el tsunami causado por el terremoto de Lisboa (1755); durante la marea menguante se puede tocar con solo mojarse los tobillos. Cuando el sol está ya próximo a declinar, la base del faro es un ir y venir de parejas.
 

4) Playa de Maro, Nerja, Málaga.

La playa mareña por antonomasia (no confundirla con otras de Maro) consta de 200 metros respaldados por paredes pronunciadas, salvajes; completa su faz la torre vigía. La bajada acondicionada y el chiringuito tienen su explicación: se encuentra en la antesala de los 12 kilómetros de estrecha franja costera declarada paraje natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo. Son estos meses los más aconsejables para soslayar la masificación estival de la Costa del Sol. Si el aparcamiento está completo, lo mejor es dejar el coche en las calles de Maro y bajar a pie (unos 20 minutos).
 

5) Baños de Claudia, Tarifa, Cádiz.

La pedanía tarifeña de Punta Paloma es el punto de salida senderista, con idea de regresar a la hora de comer para dar cuenta del pescado fresco local en el restaurante El Mirlo. Ganando la playa y costeando por el sendero que saca partido al parque natural del Estrecho llegaremos en media hora a los baños de Claudia, aguas embalsadas en bajamar por las paredes rocosas y hojaldradas propias del flysch, longitudinalmente tiradas en paralelo a la orilla. De este ambiente de relax y naturismo solo cabe la proliferación selvática de adjetivos.
 

 

 

6) Marina del Este, Almuñécar, Granada.

El de Marina del Este es uno de los puertos deportivos más agradables de cuantos existen en Andalucía. El apartado urbanístico fue obra de Melvin Villarroel, arquitecto con abundante obra en la Costa del Sol. Contigua está la cala de arena gruesa usufructuada por los amantes del sol, especialmente cuando sopla el incómodo viento de poniente. Marina del Este siempre registra un lento trasiego de buzos en traje de neopreno, dado los ricos ecosistemas presentes en sus fondos. Un buen punto para iniciarse.
 
 
 

domingo, 22 de marzo de 2015

Lunes de Pueblos. Montilla (Córdoba)

A sólo 40 kilómetros de Córdoba se alza, entre viñedos, olivos y siglos de historia, Montilla. Famosa por sus vinos y aceites, pasear por sus calles supone sumergirse en un pasado de esplendor, como lo demuestran los numerosos palacios, iglesias, ermitas, conventos y castillos, la mayoría edificados entre los siglos XVI y XVII, que se encuentran en este municipio de casas blancas. Para conocer Montilla lo mejor es dejarse llevar, sin prisas y sin rumbo, por su centro histórico y conocer así de cerca esta ciudad, cuna de la Feria Vitivinícola de Andalucía. Localidad de bodegas y parques, alegre y festiva, cuenta incluso con un Museo del Aceite, en el que se puede conocer la historia de este producto, tan importante en la región. Tesoros arquitectónicos, rincones inolvidables y numerosas rutas de interés esperan en Montilla.
 

Montilla, ciudad del vino

Bodega de MontillaMontilla con un escenario excepcional de tierras albarizas, delimitado por su especial orografía, por su singular climatología y por su excepcionalidad geológica.
El milagro se repite cada año. En el mes de septiembre, Montilla se viste de gala para celebrar el ancestral rito de la vendimia. Las altas temperaturas que se registran en la Campiña durante los meses de verano permiten alcanzar a las uvas su grado óptimo de maduración.
Pero sin duda la visita a la ciudad del vino consistirá en conocer de cerca su paisaje, forma de vida, el cuidado del cultivo, degustar  el vino de las tinajas o aprender de sus vinos generosos en sus bodegas. Deleitar los sentidos con el maridaje del vino en su gastronomía y compartir  la simpatía y encuentro en las típicas tabernas y en los centros del vino dedicados a mostrar lo mejor de los montillanos.
 

Gastronomía

La gastronomía montillana es rica y variada. Esto se manifiesta en la elaboración de diferentes platos, además de la elaboración de postres y dulces propios.
Entre los platos más laboriosos se pueden señalar “riñones al Montilla”, apoyados en sus vinos finos. “Alcachofas a la montillana” preparadas con vino amontillado, “solomillo al oloroso” y la “merluza al Pedro Ximénez con pasas”, y entre los más simples encontramos el “picadillo de tomate o naranja” y “el gazpacho”.
A partir del mosto no sólo obtenemos los afamados vinos de esta zona, sino que también se abre un abanico de postres y posibilidades como son las “gachas de mosto”, y el “arrope”, líquido denso, oscuro y muy dulce, que se utiliza para la elaboración de otros platos. 
Por otro lado, encontramos gastronomía vinculada a ciertas fiestas, como son las “gachas con cuscurros” en el día de Todos los Santos, o “pestiños y borrachuelos” en Semana Santa.
Entre las especialidades confiteras montillanas están los “alfajores”, “rosquitos de vino”, “pastelón de cabello de ángel” (único en su género), que mantienen una elaboración artesanal invariable. 

sábado, 21 de marzo de 2015

¡Torrijas!

Nos va quedando menos para celebrar una de nuestras fiestas más importantes, la Semana Santa, y con ella nos mezclamos en un mundo de olores y sabores que engrandecen esta fiesta más y más.
 
Pero... ¿Cómo se preparan?
 

Ingredientes

- 2 barras de pan de molde de torrijas.
- 1 kilo de miel.
- 1 litro y medio de leche.
- 1 docena de huevos.
- 1/2 litro de vino blanco común.
 
 

Elaboración

Se mezcla un vaso de vino con dos de agua. Se remojan las rebanadas de pan en el líquido por los bordes, colocándolas en una bandeja, una junto a otra. Cuando se haya terminado con las dos barras, se repite la operación.
 
Una vez bien remojados los filos, se pasan las rebanadas por el remojo para que se pongan blanditas. Se colocan en la bandeja y se dejan que se oreen un poco.
En otro recipiente, se baten los huevos y se preparan para mojar en ellos las torrijas.
 
En una sartén, se calienta el aceite con una cáscara de limón y otra de naranja. Cuando esté bien caliente, se pasan las rebanadas por el huevo batido y se echan en la sartén. Se aconseja no meter más de cuatro rebanadas al mismo tiempo. Se le dan vueltas hasta que estén doraditas y se repite la operación hasta acabarlas todas.
 
Cuando esté todo frito, se pondrá a calentar la mitad de la miel en una cacerola acompañada de un vaso de agua. En el momento en que empiecen a hervir ligeramente, se introducen las rebanadas fritas dejándolas un par de minutos para que se empapen bien de miel. Se repite la operación con todas las rebanadas y se dejan enfriar unas horas antes de probarlas.
 
Pero las torrijas tienen muchas formas de elaborarse, sin miel, con azúcar y canela, sin limón y naranja, con pan de barra, con pan amasado... ¿Cuál es tu preferencia?

viernes, 20 de marzo de 2015

Planes para este fin de semana. Ronqueo en Barbate (Cádiz) y Huelva.

Este sábado 21 de marzo en el restaurante La Mirta Bellavista, en Huelva, tendrá lugar un tradicional ronqueo del atún.
El acto se inaugurará a las 12:45 horas y posteriormente (a las 13:00 horas) se procederá al ronqueo en vivo de un atún Thunnus albacares.
La ponencia se denomina como "El Ronqueo del Atún. Partes Comestibles", y estará presentada por José Antonio López González (presidente de la Asociación Amigos del Atún).
Aproximadamente, a las 13:30 horas, habrá una degustación del atún.

¿Qué es el ronqueo del atún?

Ronqueo es el despiece tradicional del atún, procediendo el término del ruido que hace el cuchillo al rozar con el espinazo. Con este corte manual se extraen las distintas partes aprovechables del atún tanto para su consumo fresco, como para la realización de productos elaborados.
Este despiece del atún se hace por partes, en función del grado de engrasamiento que presenta el músculo, y no necesariamente siguiendo planos de piezas musculares diferenciadas.
 
 
 

Barbate (Cádiz) y el Museo del Atún.

 
Pero si hablamos de atún, obligatoriamente tenemos que hablar de la provincia de Cádiz, sobre todo de Barbate. Ya que aquí es más que una tradición, es una forma de vida.
Barbate, a orillas del Océano Atlántico, en la costa de las Almadrabas y al pie del Parque Natural de la Breña.
Kilómetros de playas de fina arena, un clima benigno, muchas horas de sol y luz, una gastronomía excelente basada en la calidad de la materia prima y por último la hospitalidad de su gente.
La empresa Salpesca pretende crear un centro de interpretación para dar a conocer la actividad artesanal de la pesca y transformación del atún rojo y transmitirlo a futuras generaciones.

La intención es que el visitante se sienta sumergido en el apasionante mundo que rodea la captura y elaboración de una autentica joya del mar: “el atún rojo de almadraba.”
Y para ello nada mejor que hacer volar nuestros cinco sentidos:
A la entrada se nos abrirá el fascinante mundo del atún a través de 3.000 años de historia... fenicios, romanos, árabes, edad media, hasta el presente. Nuestra vista y oído se recrearán al entrar en un espacio que simula el fondo del mar, sirviéndonos de sistemas audiovisuales en la que parece tomar vida las réplicas de ruinas, barcos hundidos, redes de almadraba...
Luego se pasa a contemplar una copia de una chanca (antigua sala de elaboración) en la que los pescadores de Barbate, allá por los años 50, transformaban sus capturas. En esta zona el visitante interactúe con la empresa (conociendo la sal marina, las partes del despiece del atún, ...) es decir, que recibe a través del tacto, las sensaciones de sentirse trasladados a esa época.
Después se pasa a una sala en la que se llevará a cabo demostraciones en vivo del despiece de un Atún, como ya se ha dicho el Ronqueo.
Y por último se acaba en la sala de exposición-tienda donde nos ofrecen una degustación de algunos de los productos que elaboran. En este punto nuestro olfato y gusto nos agradecerán haber asistido a esta visita.


Andalucía... más que una realidad gastronómica.


 

miércoles, 18 de marzo de 2015

Entre olivos y castillos...

La ruta discurre por la provincia de Jaén y por parte de las de Ciudad Real y Granada. Sin embargo, nuestro recorrido se centra en su paso por Jaén. El itinerario persigue los testimonios de importantísimos hechos militares. Primero, la guerra entre los cartagineses de Aníbal y el Imperio Romano. Más tarde, entre musulmanes y cristianos, durante la Reconquista. Y finalmente, entre las tropas de Napoleón Bonaparte y el ejército español, durante la Guerra de la Independencia.
   
El recorrido de este itinerario que discurre por Jaén es el que posee la mayor parte de los monumentos. Para una visita completa se necesitarán al menos dos días, pues buena parte de ellos se encuentran en cerros y colinas apartados. Comenzaremos la visita junto al paso de Despeñaperros, el camino natural entre la Meseta castellana y Andalucía, en plena Sierra Morena.
 
Castillo de Santa Catalina. JaénMuy cerca tuvo lugar la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), la última vez en que los reinos cristianos se aliaron para combatir a su enemigo musulmán. Al vencerlos, obtuvieron la llave para su entrada en tierras de Andalucía. De los enclaves importantes de aquel periodo se conservan las ruinas de los castillos de Castro Ferral (Santa Elena), de Navas de Tolosa (La Carolina) y de Vilches. También en este municipio se encuentran las ruinas del Castillo de Giribaile.
 
A continuación nos dirigimos a la ciudad de Linares, a una media hora en coche. Además de las ruinas del castillo urbano, en su término descubriremos el Castillo de Santa Eufemia, emplazado junto al asentamiento de la antigua Cástulo, una de las ciudades andaluzas más prósperas de la Antigüedad. De Cástulo era la princesa Himilce, que contrajo matrimonio con el general cartaginés Aníbal. En sus proximidades tuvo lugar la decisiva Batalla de Baécula, durante la II Guerra Púnica (208 a.C.), en la que los romanos vencieron a los cartagineses y tomaron el control de esta importante cuenca minera.
En la pedanía de La Tobaruela existe un notable Castillo-palacio del siglo XV. Llegamos después a Baños de la Encina, situada a unos 20 kilómetros. Su Castillo, fundado en el siglo X por los andalusíes posee una estampa magnífica, con sus catorce torres almenadas y la gran torre del homenaje.
 
AlcaudeteA unos 10 kilómetros hacia el sur se encuentra Bailén. En las llanuras de su entorno fue donde Napoleón Bonaparte sufrió su primera derrota importante (19 de julio de 1808) en las guerras que mantenía en Europa. La noticia de su derrota ante la coalición de españoles e ingleses al poco de iniciarse la Guerra de la Independencia (1808-1814) corrió como la pólvora por el Viejo Continente y destruyó el mito de la invencibilidad francesa.
Hemos abandonado ya las pendientes de Sierra Morena para adentrarnos en la campiña de Jaén. Las colinas onduladas y cubiertas de olivos hasta el horizonte han hecho que se la conozca como el “mar de olivos”. A lo lejos, veremos la ciudad de Andújar, a orillas del río Guadalquivir, que conserva parte de sus murallas medievales.
 
Cruzaremos después el gran río andaluz para dirigirnos a Arjonilla y a Arjona, situadas a unos 20 kilómetros. En la primera, el Castillo del Trovador Macías fue remodelado por la Orden de Calatrava, tras la Reconquista. Su nombre evoca antiguos amores románticos y desesperados entre el trovador y su amada. En Arjona, que conserva sus murallas de origen árabe, nació el primer rey nazarí de Granada, que reinó como Muhammad I.
 
Castillo de Santa CatalinaA continuación, Lopera, con su castillo construido por la Orden de Calatrava (siglo XIII), y Porcuna, que conserva de aquella época la imponente Torre de Boabdil, llamada así porque fue presuntamente prisión del último rey nazarí de Granada.
En el camino a Jaén, que está a unos 45 kilómetros de Porcuna, visitaremos lo que queda del Castillo del Berrueco (siglo XII). La capital jienense está presidida por la figura del Castillo de Santa Catalina, antigua alcazaba árabe transformada por los cristianos tras la conquista de la ciudad en el siglo XIII.
 
Ponemos proa al sur. En una media hora, alcanzaremos Torredonjimeno, donde nos encontramos de nuevo con un castillo musulmán (siglos XII-XIII) reformado por la Orden de Calatrava tras la conquista cristiana y convertido en palacio-residencia en el siglo XV. Muy cerca, Martos, la heredera de la antigua ciudad iberorromana de Tucci, con los restos de los antiguos castillos de la Peña y de la Villa.
Dejamos la capital del olivo (Martos) y, después de contemplar las ruinas del castillo de Víboras, nos dirigiremos a Alcaudete, conocida por sus mantecados y polvorones, dulces típicos españoles de origen árabe. Su castillo, que fue sucesivamente fortaleza musulmana, de la Orden de Calatrava y palacio-residencia, es uno de los mejor conservados de toda Andalucía.
 
Fortaleza de la Mota. Alcalá la RealÚltima visita antes de entrar en tierras de Granada: Alcalá la Real, a una distancia de poco más de 20 kilómetros. Su impresionante Fortaleza de la Mota no sólo constituía un complejo defensivo muy importante, sino que albergaba en su interior una verdadera ciudad musulmana: alcázar y mezquita mayor, zona residencial y área comercial.
 
 
Si desea tener más información sobre los castillos de Jaén y sus batallas, pinche AQUÍ.

domingo, 15 de marzo de 2015

Lunes de Pueblos. Antequera (Málaga)

Antequera es una ciudad de gran riqueza cultural y económica. Su conjunto histórico está compuesto por más de medio centenar de monumentos y edificios que datan desde la Edad del Bronce, como demuestran el Dolmen de la Cueva de Menga, el Dolmen de Viera y el del Romeral. Coronada por el castillo y por la basílica de Santa María, por su casco antiguo se suceden colegiatas, iglesias, conventos, palacios, arcos, puertas, ermitas, casas señoriales y una alcazaba. De entre todos sobresale el palacio de Nájera (siglo XVIII), que hoy es el Museo Municipal; el convento de las Catalinas o el palacio de los Marqueses de la Peña, de estilo mudéjar y renacentista. Es muy recomendable acercarse al paraje natural de El Torcal, en los alrededores. No se pierda sus fiestas de Semana Santa, de gran tradición y arraigo por su antigüedad.
 

Torcal de Antequera

Sin lugar a dudas, el Paraje Natural de El Torcal se caracteriza por el impresionante paisaje Kárstico.
Su formación se debe de un proceso que ha durado varios cientos de millones de años. Para ello deberemos remontarnos unos 200 millones de años, cuando gran parte de Europa y Oriente Medio se encontraban sumergidos bajo el mar de Tetis, se inicia un proceso de sedimentación carbonatada, originada por la acumulación y deposito de esqueletos, conchas y caparazones de animales marinos en el fondo del mar que durará unos 175 millones de años. Estos sedimentos se han ido acumulando y compactando en diferentes niveles, formando los estratos horizontales de espesores de miles de metros
Hacia el Mioceno medio, como consecuencia del empuje entre las placas ibéricas al norte del mar de Tetis y la africana al sur, los sedimentos acumulados son comprimidos, deformados y fracturados hasta emerger en un lento y continuado proceso que aún se mantiene. Una vez emergido el relieve, la acción prolongada de los agentes meteorológicos como el agua, el hielo y el viento sobre las calizas, modeló el espectacular paisaje kárstico de El Torcal de Antequera.
Para más información sobre el Torcal pinche AQUÍ.
 

Gastronomía

Las oportunidades que ofrece la gastronomía en Antequera son tan diversas como exquisitas. La herencia culinaria de los numerosos pueblos y culturas que han pasado por sus tierras la convierten en una de las más variadas y nutritivas de Andalucía.
 
Hay una actividad que toda persona que viaje al interior de Andalucía debe realizar: comer en Antequera. Y sabiendo que más que una actividad, es un placer, la parada se hace obligatoria. No hay nada mejor para reponer fuerzas después de una jornada admirando los bellos recursos de esta ciudad que entrar en cualquiera de sus numerosas cocinas y dejarse guiar por las recomendaciones de cada rincón, diferentes en cada casa, restaurante o bar, pero con la esencia común del saber hacer de nuestros cocineros.
Haciendo un repaso por los platos típicos de la gastronomía de Antequera hay que tener en cuenta tres factores determinantes: la profunda huella que dejaron árabes y judíos, la geografía y el clima de la zona y la base que aportan los cultivos de su fértil Vega. Así, predominan los cereales, las legumbres, las hortalizas y el riquísimo aceite de oliva de la tierra, todos ingredientes esenciales de la dieta mediterránea.

Primeros platos como la popular porra, el guisado de patas, ajoblanco, gazpachuelo, las migas, la ensalada de cardos y el pío antequerano abren un sinfín de posibilidades que combinan a la perfección con platos elaborados a base de recetas de caza y pescado como el conejo a la cazadora, el chivo a la pastoril o los boquerones rellenos.

Y para el postre, la antigua y experta mano de los reposteros y monjas de los conventos nos obsequian con deliciosos platos como el bienmesabe o el angelorum. Según la época del año encontramos también los famosos mantecados (en fechas navideñas) y los pestiños, torrijas y roscos típicos de Semana Santa.

Mención especial merece nuestro principal embajador, “el mollete antequerano”, un tipo de pan árabe, poco cocido y de miga blanca elaborado artesanalmente. Protagonista del libro “50 Recetas con Molletes de Antequera”, el título del mismo muestra la versatilidad de esta joya de los hornos antequeranos. Como dato curioso, decir que Sus Majestades los Reyes de España son unos confesos enamorados del mollete y el aceite de Antequera.

Para el turista que sabe que no conocerá bien una tierra si no sabe de su cocina, Antequera ofrece auténtica cocina andaluza, pero con matices propios antequeranos.
 
 

viernes, 13 de marzo de 2015

Planes para el fin de semana. Córdoba y sus pueblos.


Córdoba es mucho más que su capital. Su provincia, extendida en dirección Norte-Sur desde el Valle de los Pedroches hasta las Sierras Subéticas, en el corazón de Andalucía, está repleta de pueblos con encanto que conservan un patrimonio sorprendente y que se asoman a hermosos paisajes.
Desde Belalcázar en el Norte, hasta Lucena en el Sur, hacemos un repaso por seis de ellos: seis pueblos de Córdoba perfectos para un excursión corta o para una escapada de varios días que se adentre en la riqueza patrimonial, paisajística y gastronómica de la provincia cordobesa.
 

Bujalance

BujalanceEntre suaves colinas, típicas de la alta campiña cordobesa, rodeado de olivares, se nos presenta un pueblo que es Ciudad y Conjunto Histórico-Artístico. Excelente ejemplo de arquitectura andaluza, tiene, como tantos otros pueblos de la zona, una rica herencia árabe y una tipología urbana claramente barroca, aunque su emplazamiento es mucho más antiguo.
Hay que visitar el impresionante Castillo-Alcazaba (que bien podría formar parte del top-ten de castillos andaluces), la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la parroquia de San Francisco, la Casa Consistorial, la Plaza Mayor y las varias casas señoriales que jalonan sus calles.
 

Montilla

montillaCapital del vino cordobés, cuna de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, patria de acogida del Inca Garcilaso de la Vega y sepultura de San Juan de Ávila, Montilla es una ciudad llena de historia, un conjunto patrimonial de primer nivel y uno de los grandes motores económicos de la provincia de Córdoba.
Bien comunicada y excelentemente dotada para el turismo, puede ser escapada de un día o base para pasar unos días visitando los viñedos de la campiña y los grandes pueblos del sur de Córdoba.


Baena

BaenaAsentada sobre las laderas de un cerro, conformada por calles sinuosas y estrechas adornadas por iglesias y casas señoriales, y con excelentes vistas de los campos de cereal y de los olivares, Baena es conocida sobre todo por la excelente calidad de su aceite de oliva.
En la visita conviene visitar las iglesias de Santa María la Mayor y de Madre de Dios, los restos del castillo, del siglo IX, las varias puertas que daban acceso a la ciudad a través de la muralla, la plaza de la Constitución, que donde se encuentra la casa del Monte, y el cercano Museo Histórico Municipal.


Almodóvar del Río

Almodóvar del Río. FuenteAlmodóvar del Río tiene un patrimonio menos extenso que los anteriores pero cuenta con un atractivo de primerísimo nivel: su castillo de estilo gótico-mudéjar, uno de los más espectaculares de Andalucía por su excelente estado de conservación y por su aspecto clásico de castillo “de cuento”.
Desde lo más alto de sus torres las vistas de la campiña cordobesa son imborrables.

 

 

 

 

 

Priego de Córdoba

Iglesia de la AsunciónPriego de Córdoba es uno de los pueblos más elegantes y hermosos de Andalucía. Enclavado en el Parque Natural de la Sierra Subbética, entre elevaciones calizas y valles poblados por encinas y olivos. Rodeado de pueblos de obligada visita y estupendamente comunicado con buena parte de Andalucía: es destino ideal, pues, para una escapada de varios días.
Su interior está lleno de encantadores calles y rincones, de soberbias casas señoriales y de monumentos civiles y religiosos. Lo han llamado “ciudad del agua” por la abundancia de manantiales y “ciudad del barroco”, por la excelencia de sus monumentos de este estilo. Hay mucho que ver en Priego: la Fuente del Rey, la Fuente de la Salud, las iglesias de las Angustias y de San Pedro, el convento de San Francisco y el de San Juan de Dios, la ermita de la Aurora o los restos del Castillo son algunos de ellos.
 

Cabra

Cabra (Córdoba)En pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas, que le da un paisaje espectacular y preciosas vistas, a medio camino entre Priego y Puente Genil, entre Córdoba y Antequera, y muy cerca de Lucena, se encuentra Cabra, ciudad monumental que destaca por la calidad y abundancia de su patrimonio barroco.
No hay que irse sin ver la iglesia de la Asunción, el Castillo de los Duques de Sessa o la Casa natal de Juan Valera.
 
 
 
 
 
 
Si desea obtener más información sobre el turismo provincial de Córdoba pinche AQUÍ.

jueves, 12 de marzo de 2015

10 lugares y monumentos para visitar en Huelva


Tartesios y fenicios eligieron la confluencia de los ríos Tinto y Odiel para crear esta ciudad. Después, de aquí partieron las tres carabelas en las que Colón y los suyos hicieron el primer viaje a América. Hay que ver esa Huelva, pero también la Huelva inglesa, la que se forjó con el cobre de las minas de Riotinto. Hay mucho que ver en esta ciudad, además de un mundo de ricas tapas y 30 kilómetros de playas: las de Mazagón y Punta Umbría.

 
Muelle del Tinto
Aquí es donde los onubenses van a caminar o a correr de buena mañana. El muelle no está en el río Tinto, sino en el Odiel, pero le dicen así porque aquí descargaban los trenes de la Rio Tinto Company Limited procedentes de las minas de cobre del norte de la provincia. 
 
Muelle de las Carabelas
Es un parque temático donde se exhiben tres fieles réplicas de las famosas naos. Y en la colina que hay detrás del muelle, el monasterio de La Rábida, cuyos frailes acogieron a Colón y convencieron a la reina Isabel de que no estaba loco. Lo más bello del conjunto es el claustro mudéjar. 
 
Monumento a la Fe Descubridora
Donde se juntan el Tinto y el Odiel se levanta desde 1929 este monumento; un coloso de 37 metros de altura, obra de la estadounidense Gertrude Vanderbilt Whitney.
 
Playas de Punta Umbría
En Huelva, cuando la gente habla de ir a la playa, se refiere a éstas, que son las que caen más cerca, al otro lado del Odiel. A Punta Umbría se puede ir en la canoa –que parte del muelle de Levante y atraviesa las marismas por el canal del Burrillo– o en bicicleta.
 
Iglesia de San Pedro
En la plaza de San Pedro se yergue la iglesia del mismo nombre. Es la más antigua (siglo XV) y bella de la ciudad. De estilo gótico-mudéjar, después se le sumaron detalles barrocos. La iglesia de la Concepción, que da nombre a la calle donde está, fue construida en estilo gótico-mudéjar en 1515 y reconstruida posteriormente al gusto barroco.
 
Plaza de las Monjas
Es el corazón de Huelva. En la calle Concepción se amontonan las tiendas. Y en Vázquez López, los buenos bares de tapas. Otra zona idónea para comer es la plaza de la catedral.
 
Barrio Obrero de la Victoria
De inequívoco estilo inglés, fue construido para los trabajadores de la Rio Tinto Company en varias fases, la primera en 1916. Se quiso mezclar la arquitectura tradicional inglesa con la herencia andaluza.
 
Santuario Nuestra Señora de la Cinta
A este santuario se sube para contemplar el atardecer. Esta construcción blanquísima, que a pleno sol hace daño a la retina, es gótico-mudéjar, del siglo XV.
 
Catedral de la Merced
En la Plaza de la Merced se levanta la catedral, que fue construida entre 1605 y 1612 como iglesia del convento de la Merced, y reconstruida en estilo barroco en 1783. El edificio contiguo es el antiguo convento de la Merced.
 
Arquitectura Suntuosa
Huelva vivió un periodo de gran prosperidad desde que en 1873 se concediera a los ingleses la explotación de las minas de Riotinto. Por eso abundan los suntuosos edificios modernistas y neorrenacentistas. En el número 13 de la calle Vázquez López está el Gran Teatro. Inaugurado en 1923, su fachada de estilo ecléctico es la más elegante de la ciudad. Enfrente, se halla la Casa de las Conchas, de inspiración renacentista.
 
 

domingo, 8 de marzo de 2015

Lunes de Pueblos. Palos de la Frontera (Huelva)

De vocación marinera, fue cuna del descubrimiento de América, ya que desde su puerto partieron, en agosto de 1492, las tres carabelas que conseguirían arribar dos meses más tarde en las lejanas y desconocidas tierras americanas. El puerto de Palos de la Frontera ha perdido el protagonismo que tuvo hace 500 años, ya que se encuentra actualmente tierra adentro, debido al terremoto de Lisboa de 1755, que cambió la costa, y más recientemente a la construcción de diques para proteger el puerto de la ciudad de Huelva. En esta localidad todo evoca la aventura del descubrimiento. Así, en el pequeño monolito situado frente a la puerta mudéjar de la iglesia de San Jorge, del siglo XIV, están grabados los nombres de los sesenta marineros de Palos (entre ellos los hermanos Pinzón) que participaron en el descubrimiento. En la calle principal del pueblo se encuentra la restaurada casa familiar de los Pinzón, con su escudo. En las afueras, se encuentra “la Fontanilla”, fuente mudéjar declarada Monumento Nacional, en donde Colón se aprovisionó de agua para su largo viaje. Y en las inmediaciones de Palos, a orillas del río Tinto, se ubica el monasterio de La Rábida, donde estuvo alojado Cristóbal Colón, y que conserva los frescos del pintor Vázquez Díaz, que reproducen escenas del descubrimiento.
En la iglesia gótica de La Rábida se venera la Virgen de los Milagros y una talla de Cristo Crucificado, del siglo XIV, una de las más antiguas de Andalucía.
 

Fiestas y tradiciones

Hay que tener presente la relevancia que tiene el descubrimiento, por ello en el municipio encontramos la visita obligada al muelle de las carabelas. Aquí encontraremos las replicas exactas de las carabelas que llegaron al nuevo mundo dirigidas por Colón.
 
Las fiestas de Palos son varias y diversas, es un pueblo cuyas tradiciones miran al mar, y es por ello que una de sus principales fechas festivas sea el 16 de julio, con la celebración del Día de la Virgen del Carmen.
Si hablamos de fiestas patronales, estas tienen lugar entre julio y agosto, en ellas la pedanía de Mazagón perteneciente a Palos, juega un papel de suma importancia, ya que es un destino clave en el verano, y en el turismo. Estas fiestas tradicionales se entremezclan en el parque dando un colorido especial a este municipio, y haciéndole disfrutar de unos días inolvidables, como inolvidables son los días en los que se celebra la tradicional Romería, durante los primeros días del mes de mayo, en concreto su primer fin de semana.
Hay que resaltar la Velada de Mazagón, uno de los eventos más destacados de la provincia.
 

Gastronomía

En el pueblo era muy típico el desayuno compuesto por pan serrano tostado con ajo y aceite de oliva y un plato de verdigones, un molusco parecido a la almeja pero de precio muy inferior.
A parte de esto la gastronomía de Palos es típica a la de todos los pueblos cercanos a la costa, puedes comer "pescaito" frito como la acedía, el boquerón la pijota y el salmonete; la gamba blanca de Huelva cocida o a la plancha, el choco frito, las coquinas, las almejas y todo lo que el océano atlántico ofrece.
Un plato muy típico son las "habas enzapatás" y las "habas con chocos" en guiso.

Con respecto a las verduras, son muy famosos los tomates que tienen un sabor y un olor muy intenso; y los guisantes tiernos que como su nombre dice, son tiernísimos.
Muy demandado es el dulce típico de la zona (valorado también en otros municipios onubenses) llamado "hornazos", que quien lo prueba repite.

Si te apetece un postre natural, Palos ofrece fruta muy diversa cultivada en sus campos. La principal fruta es la fresa, más conocida como el " fresón de Palos", le sigue la naranja, los higos, la sandía, el melón y los melocotones.
Se puede afirmar que la huerta palerma no tiene desperdicio. 
 
 

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