Se podría decir que es una de las rutas más peligrosas que puede haber, pero también se debe decir que es única para desconectar y sentir la naturaleza. El Caminito del Rey muestra tantas peculiaridades que es complicado compartirlas con todos, es mejor desde este post animaros para que ustedes mismo os adentréis en este sendero y viváis los contrastes de la ruta.
Llegamos con las expectativas muy altas, ya que desde el año pasado en su reapertura se hablaba muchísimo de este sendero. Y no es para defraudarse con él. Una ruta con adrenalina y al mismo tiempo con tranquilidad, el yin y el yang en apenas 6 kilómetros.
La entrada es apaciblemente tranquila, un sendero de 2 kilómetros que dejan unas vistas del paisaje realmente bellas, donde respiras naturaleza y bienestar. Tras estos kilómetros nos encontramos con la entrada del Caminito del Rey, muy controlada por los técnicos que van pidiendo los pases y el documento de identificación, ellos mismo son los que facilitan el casco de seguridad. Fantástico el control que hacen estos técnicos, ya que a lo largo del recorrido vas encontrándote a uno de ellos para ayudarte en lo que haga falta. También te encuetras con cámaras de vigilancia, una novedad que sin duda alguna es por el mantenimiento y conservación de la ruta.
Nada más pasar el control de entrada la aventura se empieza hacer presente, ya que puedes observar como el camino se une con la montaña en unas tablas pegadas a la montaña. La primera impresión es sobrecogedora y un tanto angustiosa, pero no va más allá, ya que nada más entrar te mimetizas tanto con el entorno que te olvidas de lo que hay debajo, es decir, nada.
Siguiendo la ruta del río y con vistas de ave hacia el, llegamos a una amplia ladera vestida de pinos carrascos y arbustos tipicos del mediterráneo, nos encontramos ya en el Valle del Hoyo, a mitad de camino, y siguiendo al río Gualdalhorce. Este lugar es fantástico para descansar, retomar fuerzas, y desconectar completamente del mundo exterior al caminito.
El final de la ruta es a través de un puente colgante, hay que aguantar la respiración para cruzarlo. Pero sin duda alguna lo más emotivo de todo el recorrido es descubrir la placa, situada antes de cruzar el puente, de los tres escaladores que fallecieron en el 2000. A causa de esto se tomo la iniciativa de cerrar la ruta y reconstruirla con mayor seguridad.
Os facilitamos a continuación unas imágenes tomadas a lo largo de la ruta y que están en orden de paso.
La historia del Caminito del Rey.
Hasta mediados del siglo XIX el Desfiladero de los Gaitanes (lugar donde se localiza el sendero) era poco más que un valle transitado únicamente por pastores y cazadores. A partir de entonces, la industrialización hizo pensar en crear una línea férrea entre las cuencas mineras de Córdoba y las fábricas de Málaga. Esta línea se terminó en el año 1865 atravesando el desfiladero por túneles y viaductos.
A finales del XIX se buscan alternativas al carbón para satisfacer la creciente demanda energética. Un ingeniero, Rafael Benjumea, recibe el encargo de aprovechar el desnivel existente entre la entrada y la salida del desfiladero para producir electricidad. La obra, terminada en 1906, consistía en desviar el agua a la entrada de Gaitanejo, forzarla a circular durante tres kilómetros por un canal hasta la salida de los Gaitanes, para dejarla caer desde más de cien metros de altura hasta la primitiva central Salto del Chorro. Un camino adosado a la roca ayudaba en las tareas de mantenimiento del canal. Por los pequeños balcones que aún existen en el tramo superior el camino recibió el nombre de Balconcillos de los Gaitanes.
Para garantizar la producción eléctrica incluso en años de sequía, en 1920 se construyó el Pantano del Chorro en el río Turón. En el 1921, el Rey Alfonso XIII colocó la última piedra del Embalse t recorrió el Camino de los Balconcillos hasta la localidad de El Chorro. Por su obra, el Rey concedió a Rafael de Benjumea el título de Conde de Guadalhorce. Desde 1953 el primer pantano lleva este nombre y el vertiginoso camino de servicio, Caminito del Rey.
Hasta el año 2000 el sendero del Caminito del Rey se podía usar y disfrutar. En este año se cerró por motivos de seguridad, como ya hemos dicho previamente. En el 2015 se abre de nuevo al público, con unas instalaciones más seguras y muy cómodas para andar. Han convertido uno de los senderos más peligrosos en uno de lo más agradables y placenteros para transitar.
Reiteramos lo dicho, no hay suficientes palabras para describir el Caminito del Rey, lleno de contrastes y emociones. Una vivencia muy grata y que está al alcance de todos.
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