viernes, 31 de julio de 2015

¡Al rico espeto de Málaga!

Probablemente no haya nada más simbólico al pasear por la Costa del Sol, que el olor de las sardinas asando a fuego lento al calor de las brasas en la playa. No hay nada igual. La combinación del calor, la brisa marina, el humo de las maderas de olivo y las sardinas en sal gorda asadas delicadamente, son una explosión de los cinco sentidos.
 

¿Qué es un espeto?

El espeto consiste en asar la carne o el pescado clavado en una caña salvaje al borde del asador. El más conocido y demandado es el espeto de sardinas, donde 6 sardinas de pequeño tamaño se clavan en una caña salvaje con las espinas hacia abajo para evitar que se caigan al clavarlas en el asador.

Este arte de asar pescado se remonta a los tiempos fenicios, romanos y árabes, que aprovechaban embarcaciones de jábegas para asar el pescado en la orilla del mar. Por eso, hoy día el espeto de sardinas se asa siguiendo el ejemplo de nuestros antecesores, utilizando barcas para espetar.

Las brasas se hacen de maderas de olivo y almendro, teniendo especial cuidado con el viento a la hora de asar, para que no influya en el proceso ya que podría alterar el sabor de las sardinas y las amargue.
 

Algunas curiosidades del espeto...

Las sardinas frescas, antes de ser espetadas se mantienen en hielo en una caja de corcho para que además de mantener la frescura del pescado, con el frío del hielo se consiga endurecer la sardina, evitando así que al ensartarla en la caña la sardina se deshaga.

La cara de la espina de la sardina es lo que mira al fuego,  para que se quede dura y no se resbale del espeto.

La sardina se ensarta por el lomo, debajo de la espina, y se procurará que todas tengan aproximadamente el mismo tamaño.

El tiempo recomendado para asar las sardinas es de 4 minutos, y se tendrá en cuenta el grado de inclinación del espeto respecto al fuego.

Otra curiosidad es cómo se denomina el espeto fuera de Málaga: en Granada se llama "moraga", en Cádiz "sardinadas" y en Galicia "aspetus". 
Y a día de hoy se puede decir que los espetos de sardinas y nuestros chiringuitos han dado la vuelta al mundo. Por sus propiedades antioxidantes, sus múltiples bondades nutricionales que radican en los altos contenidos de proteínas, grasas o lípidos omega 3, vitaminas y sales minerales, se considera un alimento perfecto y esencial para el ser humano.

Y tengan en cuenta: en los meses sin R, las sardinas saben mejor.

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